Sueño
Quizás se parece
a un dios el hombre
que de pie duerme
en la puerta de la estación
alejado del muro
arrodillado
la cabeza adelante.
La multitud de la mañana
alrededor.
Zeus
Desde los cuentos del padre Zeus
he nacido,
difusa luz sobre historias
en busca de la felicidad
de la pobreza rescate
conquista de la libertad.
Heroes
Baja del carro el sol
y tira la armadura,
los ultimos rayos
el barco enmarcan
al horizonte.
Alto en el cielo
Vespero
precede las estrellas
por todas partes,
en las orillas de la isla
aún viven los heroes
de Homero.
Una pluma
Una pluma vuela
en el cuarto
como un suspiro ligera
la cojo entre los brazos
el tenue latido del corazón
su piel sabe de asombro
a lo largo de los ojos
los puños cerrados
los brazos en el aire bracean
juegan con mis emociones
estamos en sintonía
desde lejanas estaciones de la vida.
El oro del río
Corro
hacia las colinas en la orilla
del río, los hombros a la ciudad,
al lado de una inquieta multitud,
jóvenes, perros atados
garzas en las rocas, el coipo pensoso
azulenes suspensos al borde de la pesquera.
Corro
hacia la ciudad.
Los últimos rayos del sol
de rojo coronan la Cúpola.
En el centro círculos de olas:
dentro de estas aguas
viven las hijas del río,
guardianas de nuestros tesoros.
* * *
Poesie dal libro: Roberto Mosi, “Poesie 2009-2016”, Giuliano Ladolfi Editore, 2016
Sonno
È forse simile
a un dio l’uomo
che dorme in piedi
alla porta della stazione
discosto dal muro
i ginocchi piegati
la testa in avanti.
Intorno la folla
del mattino.
Zeus
Sono nato dai racconti
del padre Zeus,
luce soffusa su storie
ricerca della felicità
riscatto dalla miseria
conquista della libertà.
Eroi
Il sole scende
dal carro e getta
l’armatura,
gli ultimi raggi
incorniciano la nave
all’orizzonte.
Vespero alto
nel cielo
precede le stelle
per ogni dove,
sulle rive dell’isola
abitano ancora
gli eroi di Omero.
Una piuma
una piuma vola
nella stanza
leggera come un sospiro
la prendo
fra le braccia
il battito tenue del cuore
la sua pelle
sa di stupore
lungo il taglio degli occhi
i pugni stretti
le braccia annaspano nell’aria
giocano con le mie emozioni
siamo in sintonia
da lontane stagioni della vita
L’oro del fiume
Corro
incontro alle colline sulla riva
del fiume, le spalle alla città,
a fianco una folla inquieta
giovani, cani al guinzaglio
aironi sui massi, la nutria pensosa
germani sospesi sul filo della pescaia.
Corro
incontro alla città.
Gli ultimi raggi del sole
coronano la Cupola di rosso.
Al centro cerchi di onde:
in queste acque abitano le figlie
del fiume, custodi dei nostri tesori.